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jueves, 25 de agosto de 2016

HILOS TENSORES

Hilos tensores, para la flacidez facial


“El tratamiento de estética con hilos tensores, también conocidos como hilos japoneses, es una novedosa técnica para tratar la flacidez”, explica la doctora Marta Segurado, dermatóloga de un centro de medicina europeo.

Con los nuevos hilos tensores llega una nueva ingeniería faciocorporal, un salto cualitativo frente a tratamientos anteriores. “A este técnica se la conoce como el nuevo ‘lifting’ no quirúrgico”, dice la experta.

Su éxito es similar al que tuvo la toxina botulínica en su momento, consigue un rejuvenecimiento facial casi inmediato con una técnica segura, muy sencilla y rápida, sin incisiones, sin dolor y con un material biocompatible y reabsorbible. “Son una versión muy mejorada de los clásicos hilos de oro”, explica el doctor José González Vidal.

Ingeniería facial

Antes de poner los hilos, se realiza un dibujo en la zona a tratar; es decir, un mapa que sirve de guía para colocarlos. Este material, que consigue devolver la firmeza de los tejidos, se aplica con una aguja-cánula muy fina. “Se introduce en un plano a través del tejido celular subcutáneo y, cuando se retira, la hebra queda tensada sin necesidad de anclajes”, detalla la doctora.

Se trata de tejer una especie de malla, un entramado de hilos cruzados, que sujete el tejido facial. Hebras muy finas fabricadas con polidioxanoma, un material reabsorbible y biocompatible, procedente de la cirugía cardiaca. “Cada hilo provoca una fibrosis progresiva en el tejido celular subcutáneo lo que facilita su anclaje a la piel, dando como resultado una piel más firme y más turgente”, explica la dermatóloga.

No suele doler, depende del umbral del dolor de cada persona. “Es una molestia soportable”, asegura la doctora, quien detalla que la técnica con hilos de polidioxanona no requiere anestesia, ni suturas y permite al paciente continuar con sus actividades habituales inmediatamente.

“Es un método seguro y eficaz”, asegura la doctora, quien explica que “el efecto tensor es inmediato, pero los resultados definitivos se aprecian veinte días después y perduran más o menos un año y medio, dependiendo del estado de la piel”.

Una de las ventajas de este tratamiento es que favorece la formación de colágeno, responsable de la firmeza de la piel. Además de tratar la flacidez facial, los hilos japoneses también se ocupan de la corporal.

Este método de rejuvenecimiento es compatible con otros tratamientos como la toxina botulínica, la mesoterapia con vitaminas, el láser o las infiltraciones de plasma rico en factores de crecimiento.

Con los hilos japoneses se consigue elevar las mejillas, recuperar del óvalo facial, mejorar los surcos nasogenianos, borrar las líneas de marioneta –arrugas peribucales-, camuflar las arrugas del contorno de los ojos y del código de barras, así como elevar las cejas, mejorar el doble mentón, reafirmar el cuello, el interior de los brazos, los muslos, las rodillas, los glúteos, las mamas e incluso abdomen. 

Seme 2013

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